Angel Barroso Chico

Year

2020

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Fuego, Tierra, Agua y Aire. Los cuatro pilares sobre los que se asienta la vida. Desde tiempos inmemoriales el misticismo de dichos elementos ha generado todo tipo de leyendas, mtitos y supersticiones.

El elemento escogido, “El fuego”, es el crisol que los une a todos. Elemento primegéneo de la creación, que comenzó como expresión suya con un gran “Big Bang”, gracias a sus efectos ha mutado la materia en el resto de los elementos transformándolos y como residuo de esa transformación, sorprendentemente ha generado lo que hoy llamamos vida.

Pescando al/el Sol

El sol y el agua, dos elementos íntimamente relacionados, bajo su calor, el mar nos produce alimento y sustento. ¿Cuantos hombres han perdido la vida luchando por conseguir el alimento que su conjunción produce, como fuente de sustento de las personas? El mar suele ser agradecido, pero nos hace a veces sufrir las consecuencias de su ira. El hombre lucha para conseguir su fruto, y a veces el mismo se asombra de cuan hermoso es su trabajo.

Hielo y Fuego

Justo en lo alto de las montañas, donde más cerca del sol estamos, donde los rayos del sol llegan con más fuerza y menos barreras, la antítesis que supone el frio se hace presente en forma de hielo y nieve. El ser humano, que siempre ha intentado adaptarse a las circunstancias, aprovecha ese contraste. Niños, mayores, y deportistas lo sienten deslizándose por las faldas de la montaña, asombrándonos precisamente del espectáculo visual que ello supone.

Haciendo crecer la fe.

La creencia en el más allá, está presente desde los orígenes de la humanidad. Desde los egipcios hasta la actualidad se ha pasado de múltiples dioses de conveniencia a un único dios y/o profeta. La fé se expresa de mucha formas, en nuestra comunidad su máxima expresión es la “Semana Santa”. Los niños, nuestro futuro, en un juego cargado de simbolismo, juegan a acumular la cera de los cirios. Su llama representa la luz de Dios, la luz divina que ha de guiar nuestros actos en la vida. Semana Santa de Carmona.

Hogueras de San Juan

En lo mas recóndito de nuestras tradiciones, heredera de cultos paganos y oscuras costumbres ancestrales. La noche de San Juan, conmemora el solsticio de verano, la noche más corta, la vida más larga, Personas de distinta procedencia, edad, y cultura se reúnen en la playa para compartir aquello que desde que el hombre es hombre, siempre ha temido, las oscuridad y la Soledad. Vida, fiesta, alimento, emociones… Compañía.